jueves, 7 de diciembre de 2006

Debate emenesiánico con Raúl

Por Fabau
¿Qué otra cosa se puede hacer con el agua que está cayendo afuera?

A pesar de que tengo un par de responsabilidades por cubrir en lajornada, no puedo evitar darme el placer de debatir, holgadamente,boludeces con Raúl.

Y claro, por qué no dedicarle algunas letras aSonia que lleva un archivo en papel de toooodo lo que se postea eneste sitio. Leit motiv para dar unos segundos de entretenimiento a losnietos de Sonia, en alguna tarde de domingo que la imagino, leyéndoleslas boludeces o prestándolas, para que lean sus molestos nietos.
Un legado importante.A decir verdad llueve. Y la ciudad lava sus culpas para ser usadasnuevamente, porque el cielo llora en su lágrima de diciembre, pero yatodo me es indiferente.Aunque sin embeber las culpas de ?los otros? (que nunca serán mías;que siempre serán de esta sociedad en la que no sé por qué extrañarazón no me compete), me paro a observar la indiferencia tácita de sercorrentino, pero solo de la puerta para adentro.

Me veo así apremiado en las circunstancias.En este importante momento; en estos días previos a la modificaciónde la constitución provincial, me he quedado absorto al pensar que:¿Cómo nosotros, (Citando palabras de Marcelo López) ?pensantescontemporáneos?, no nos ha picado la intriga de debatir sobre elporvenir de nuestra provincia?Ofician entonces en mi mente (con poca vocación) los monólogosintelectuales, que atacan mi sentido y no puedo permitirme encerrar mipunto desde una sola perspectiva.

Instante en que Raúl, pienso,provocará mi rescate de mi mismo.

Abro, así, el debate, aclarando que no flota en mi imaginación elintento de construir un atractivo porvenir, como quien construye uncastillo de naipes.En vagas intermitencias de lucidez, he descubierto, a mi ciudad,sumida en esa ley fatal de ser ciudadanos de una patria ausente, queparece darnos derecho, o ser aptos, para una autonomía que no tenemos(Aquí relego toda acotación. La realidad se impone). Aunque no intentocometer el error de pretender comprender a corrientes. Acá todo parecefuncionar al revés y todos hablan diferentes lenguajes intelectuales,donde no sé si estoy subiendo o bajando en esta torre de Babeldomesticada.

Porque a veces todo el mundo parece resumierse acá. Y seconvierte en el centro donde todo se condensa.Hay correntinos suizos, correntinos yankis y correntinos afganos... ytodos nos empujamos en la veredita de tres o cuatro baldosas, condestino a la Junín.Ya no creo que haga falta aclarar lo que me molesta, pero deboexplicar que no pretendo la ciudad más cultural, la más democrática nila que mea más lejos.

Me atribuyo a la competencia de dibujar este presente de rezagos queincumbe a los pobladores, sumidos en este ocio decoroso con que setransita la vida "patriota".Siempre, para el correntino capitalino, está más cerca la europeaBuenos Aires, que la autóctona San Roque, donde a nadie le importamucho lo pulcro de las calles de Londres, ni la justeza de loshorarios subtes de Ámsterdam. (En cuanto a las ventajas que puedentraer estas conversaciones, es debatible).

Y a pesar de ser imposible explicar sentimientos complejos con razonamientos simples, me inundaesta impotencia provocada por lo factible de estar navegando por lascalles de esta ciudad, que siempre se traduce en un perpetuo "que meimporta".Ahora, Raul, si me preguntás exactamente sobre qué estamos/remos pordebatir... te respondo a lo correntino:No sé, que me importa.

P/s: Saludos vayan para Virasoro-muy-buena-gente...Dejó de llover.

No hay comentarios: